miércoles, 30 de mayo de 2007

Copa America 2007: Entrevista a Carlos Tevez

Carlitos explica por qué cree que es ídolo en Boca, en Corinthians y ahora en West Ham. Además, habla del interés del Real Madrid, de su obsesión por ganar la Copa América y dice que en la Selección jugaría hasta de arquero.

Su boca ancha, después de una sonrisa despareja, deja ver y escuchar una carcajada que contagia. Carlos Tevez habla, ríe, mira, luce atento, pícaro, auténtico. Está sentado delante de un grupo de periodistas y de toda su inevitable parafernalia mediática. Se trata de una conferencia de prensa convocada por el delantero del West Ham para atender los infinitos pedidos de entrevistas que recibía y no podía cumplir. Allí, en plena elegancia del hotel Park Hyatt, en el mediodía de Buenos Aires, el pibe que se crió entre carencias en los monoblocks de Fuerte Apache se muestra con esa naturalidad que no reniega origen ni presente. Y Carlitos habla de todo. Sin inhibiciones, con el barrio suburbano que exhibe sin disimulo.

Pasado: Tevez jugó en Boca y fue ídolo y campeón. Después fue a San Pablo y se convirtió en el referente popular y futbolístico del Corinthians que ganó el Brasileirao. No sólo eso: en diciembre pasado, en una encuesta de Placar, fue votado como uno de los cinco mejores delanteros de la historia del Timao. Más tarde, llegó a Inglaterra, esa tierra reticente a la contratación de argentinos en masa (al revés que España e Italia). Y allí, en West Ham —tras un par de meses de adaptación sin fútbol— se transformó en el salvador de un equipo a la deriva. Al final de la temporada, le entregaron el premio al mejor futbolista Hammer del año.

¿Cuál es la receta para ser ídolo en todos lados?

Creo que la gente me quiere por mi forma de ser. Eso es el 80 por ciento. Yo juego con el corazón, dejo todo. Y la gente se identifica con eso.

No todo fue gloria inmediata en la Premier League. Explica: "Los dos primeros meses fueron terribles. Yo no era nadie, no me conocían. Es un fútbol muy rápido, más físico que técnico y me tuve que poner bien físicamente para competir". Continúa: "La gente del West Ham ahora me trata de manera increíble. El nuevo entrenador no me conocía y me puso en el banco. Los hinchas le pedían que jugara. Y yo pensaba: 'Mirá que al que están pidiendo es a mí. Tevez soy yo'. Por eso cuando hice el primer gol me metí en la tribuna a abrazarlos a los hinchas. Para agradecer".

Presente: A Carlitos lo quieren de varios gigantes de Europa. Real Madrid, Liverpool y Manchester United ya manifestaron su interés. "Me gustaría jugar en un grande de Europa. Pero quiero aclarar que West Ham tiene la prioridad ahora".

¿Y qué sabés de tu posible pase al Real Madrid?

Sé lo que dicen los periodistas. Nada más. Pero jugar en un equipo así me entusiasma.

Tevez, ahora, habla de Maradona. No hay carcajadas. Se pone serio. Y esa seriedad tiene sólo una lectura: respeto. Dice: "A Diego lo queremos todos, es un referente argentino. Y cuando uno se va lejos se da cuenta que nos conocen más por él que por cualquier otra cosa... Lo tenemos que dejar tranquilo, vivir, porque se lo merece. El me ayudó mucho para ser lo que soy ahora".

Futuro: Tevez tiene una boina negra, un sweater blanco, un pantalón ancho y oscuro y zapatillas claras. Todo de la marca que lo tiene como modelo e ícono: Nike. Es el look Carlitos. Allí, micrófono en mano, se dispone a hablar de ese tema que lo entusiasma más que mucho: la Selección. Suelta una frase que es, también, una declaración de incondicionalidad: "En la Selección juego hasta de arquero...".

Después, analiza: "La gente piensa que uno juega bien un Mundial y ya está, pero no es así. Se rinde examen en cada partido. Lo que hice ya está. Ahora hay que jugar de nuevo y mejorar".

¿Y qué significa para vos la Copa América?

Ya le dije a Basile que estoy a su disposición. Tengo una espina clavada. En Perú 2004 la teníamos ahí al alcance y nos la sacaron de la mano. La quiero ganar ahora sí o sí...