lunes, 4 de junio de 2007

Estados Unidos goleó a China por 4-1


Estados Unidos mantuvo su invicto en la era del técnico Bob Bradley al derrotar 4-1 a su par de China, en partido amistoso de fútbol jugado en San José (California), que le sirvió de preparación para la venidera Copa Oro de la Concacaf.

Pocos días después de la confirmación de Bob Bradley en el puesto de seleccionador, Estados Unidos se prepara a conciencia para dos grandes competiciones internacionales. Con la Copa América (Campeonato Sudamericano) aparcada por el momento, el combinado estadounidense se centrará en la Copa Oro de la CONCACAF, en la que estará en juego una plaza en la Copa FIFA Confederaciones 2009.

El flamante seleccionador se apresuró a destacar que la bienal copa de naciones de la CONCACAF ocupa el primer puesto en la lista de preferencias de los estadounidenses para este verano (hemisferio norte). "Se trata de la competición de nuestra zona y también de una vía de acceso a la Copa FIFA Confederaciones 2009, por lo que creo que debemos concederle más importancia que a otros certámenes. Es nuestra prioridad principal".

La composición del combinado nacional revela claramente la intención de Bradley de revalidar en terreno propio este verano el título de rey de la CONCACAF que Estados Unidos conquistó hace dos años. Con once de los 23 jugadores del equipo afincados en el extranjero y un puñado de nuevos y prometedores talentos, la escuadra anfitriona partirá como una de las principales favoritas para lograr su cuarto trofeo continental en los 16 años de vida de esta competición, en la que participan doce equipos de la zona.

Bajo los palos, Bradley ha optado por conceder la titularidad a Tim Howard, guardameta del Everton, y relegar al banquillo al veterano Kasey Keller. La pareja del Fulham formada por Carlos Bocanegra y Clint Dempsey se une a la joven promesa de origen brasileño Benny Feilhaber, del Hamburgo, y a dos jugadores afincados en la liga holandesa: DaMarcus Beasley, libre a finales de temporada tras su decepcionante cesión al Manchester City, y Michael Bradley, hijo del técnico y una de las principales promesas del fútbol estadounidense.

Savia nueva en la zaga
En la retaguardia, Bradley ha llamado por primera vez a Jay DeMerit, del Watford, y a Michael Parkhurst, destacado central del Revolution de Nueva Inglaterra, a cuya convocatoria podría haber contribuido la posibilidad de que juegue con Irlanda.

Jonathan Spector, del West Ham; Kasey Keller, del Borussia Moenchengladbach; y el corpulento Oguchi Onyewu, de vuelta en el Standard de Lieja una vez finalizado su contrato en cesión por el Newcastle, completan el contingente extranjero de Estados Unidos.

"Contamos con una excelente combinación de calidad, juventud y experiencia", aseguró el técnico. "Ésta es una gran oportunidad para afianzarnos como una de las grandes selecciones de la zona, y de obtener una valiosa experiencia para la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA, que arrancará en 2008".

Tras la retirada del veterano "Capitán América", Claudio Reyna, tras sus muchos años de servicio al mando del equipo, Bradley ha optado por entregar el brazalete a Landon Donovan, niño prodigio del Galaxy de Los Ángeles. Dotado de un gran talento y con experiencia en la Copa Oro (es uno de los ocho jugadores del equipo que alzaron el trofeo en 2005) y en la Copa Mundial de la FIFA, Donovan ha visto cuestionada en varias ocasiones su capacidad de entrega y de liderazgo.

"Donovan es fundamental para el combinado estadounidense", declara Bradley en apoyo a su buque insignia. "Con él en el campo ganamos enteros como equipo".

Alternativas en ataque
Junto a Donovan, Bradley cuenta con otras tres opciones de cosecha propia en ataque (además de Dempsey): Taylor Twellman, del Revolution; el altísimo Brian Ching, nacido en Hawai; y el joven ariete Eddie Johnson, del Wizards de Kansas City.

El 7 de junio, la selección estadounidense llegará rebosante de confianza al partido inaugural, en el que se enfrentará a Guatemala, tras su victoria contra China por 4-1 en el último partido de preparación, disputado en California el 2 de junio. Los goles de Feilheber, Beasley, Onyewu y Dempsey reforzaron la teoría de que el contingente extranjero de Estados Unidos podría ser decisivo en el campeonato de este mes de junio.

El triunfo sobre China deja el registro de Bradley al frente del combinado norteamericano en cuatro victorias, un empate y ninguna derrota, una excelente tarjeta de presentación para un campeonato continental. "Creo que hemos hecho muchos progresos este año", aseguró Bradley en alusión a la mejora del equipo tras una decepcionante actuación en Alemania 2006, a las órdenes de Bruce Arena, y la retirada de Eddie Pope, Brian McBride y Reyna. "Tácticamente, hemos trabajado intensamente el aspecto colectivo con el objeto de movernos como un bloque. Nos esforzamos para no conceder espacios al rival cuando perdemos el balón".

La selección anfitriona, con tres títulos la segunda más laureada de la Copa Oro por detrás de México, compartirá la fase de grupos del certamen continental con Trinidad y Tobago, que participó en Alemania 2006, El Salvador y su rival del primer partido, Guatemala.